Una joya, es una pieza muy delicada que debe tratarse siempre con el máximo cuidado y esmero independientemente de cual sea su composición.
Por lo general, las piezas bañadas en oro son más delicadas y vulnerables al desgaste que otros materiales como la plata y el oro.
La pérdida de color y brillo de las joyas puede deberse a factores externos a la pieza, como el uso de productos químicos en la piel, el nivel de sudoración corporal o incluso el propio nivel de PH de la piel de cada persona.
No podemos garantizar que el baño de oro dure para siempre pero existen unos sencillos pasos para conseguir que nuestras piezas se mantengan con el mismo lustre y brillo que el primer día.
Consejos para el cuidado de tus joyas
- Evita el contacto de perfumes y cremas corporales sobres tus joyas. Suelen tener productos químicos que en contacto con las joyas pueden generar la pérdida de brillo o el oscurecimiento de la pieza.
- Muy atento a los productos de limpieza. El amoniaco, la tintura de yodo y el mercurio son tres sustancias muy empleadas en los productos de limpieza y que son especialmente peligrosas para algunos metales usados en joyería.
- Se recomienda no usar joyas mientras se practica deporte. Debido a que el sudor es ácido y puede dañar los metales es preferible no usarlas en actividades deportivas.
- Recuerda no bañarte en el mar o en la piscina con tus joyas. Tampoco en ningún medio acuático que pueda contener cloro o sal, pues son elementos que dañan las piezas.
- Limpia la joya con su gamuza después de cada uso. Puedes lavar las piezas con agua tibia y jabón e incluso ayudarte con un cepillo de dientes para las zonas más ocultas pero recuerda frotar la pieza de forma muy suave. Lamentablemente, esta técnica no eliminará cualquier arañazo o golpe que la pieza pueda tener.
- La luz solar y el calor no son buenos para la joyería. Evita tomar el sol con tus joyas puestas o exponerlas demasiado tiempo a la radiación solar.
- Guarda siempre tus joyas de manera individual. La fricción entre metales puede generar arañazos, por eso si usas un joyero recuerda colocar una única pieza en cada compartimento.
-No guardes tus joyas en lugares húmedos como por ejemplo una sala de baño. La humedad es uno de los enemigos más frecuentes en el desgaste de las piezas.
- Comprueba que las cadenas estén bien cerradas y envueltas en un papel de seda antes de guardarlas para así evitar que se enreden.
-Puedes usar productos de limpieza de cobre para todas las piezas de latón pulido que se hayan oxidado o desgastado.
En claudia Jaffe sabemos el valor sentimental que puede alcanzar una pieza de joyería, por eso todas nuestras joyas han sido sometidas a una técnica que ayuda a conservar mejor su brillo original.
Además, con la compra de cada pieza incluimos una bolsa de joyería para su almacenaje individual, una gamuza de joyería para su adecuada limpieza y en ocasiones un papel de seda para la mejor protección de las piezas.
En caso de haber seguido todas estas recomendaciones y que nuestras joyas hayan perdido el baño de oro antes de lo que esperabas ponte en contacto con nosotros.